martes, 6 de agosto de 2013

Pelucones

Durante la primera mitad del siglo XIX, al bando político conservador; sus rivales liberales, en tanto, eran llamados pipiolos por los pelucones. Aunque no muy bien difundida la palabra pituco, este vocablo peruano quiere decir lo mismo que pelucón en Ecuador y pituco o pelucón en Chile

Durante la independencia de chile, se llamaban pelucones, chapetones o realistas a los partidos políticos para poner dependencia política al imperio español

Según Benjamin vicuña, los carreras bautizaron como pelucones a los diputados realistas y indecisos que se opusieron a aclarar la independencia en el congreso de 1811 el bando sin estar en constituido organizadamente con un partido respondía a loa intereses de la aristocracia santiaguina que suele ser caracterizada como “ castellano vasca” en razón del origen de la familias que la constituían

No era de la misma idea de José Zapiola testigo de la época  que señala como algo posterior el origen del termino

En el año 1823 según  nuestros recuerdos se empezó a usar por primera vez el apodo de pelucones aplicado mas tarde a un partidos no era conocido en chile ni tampoco en Francia de donde lo hemos tomado después lo hemos tomado después el apodo de pelucones fue aplicado a este partido por los liberales nombres que se daba a un  partido que empezaba entonces a retoñar
Una vez declarada la independencia, y aceptando a regañadientes ese hecho, el grupo se volvió más heterogéneo, congregando a todos quienes deseaban que el nuevo régimen tuviera una fuerte solución continuidad con el modelo político y social vigente durante la Colonia. Es decir, agrupó a los partidarios de un gobierno autoritario, centralizado, cercano a la Iglesia Católica y que reservara la participación en cuerpos colegiados casi exclusivamente a las grandes familias tradicionales de la capital.
Singularmente las peluconas se unieron al movimiento liberal que derrocó a Bernardo O'Higgins en 1823, pues consideraban un agravio la reciente abolición de los títulos de nobleza y el uso de sus escudos familiares.
Pero al poco tiempo los pelucones se oponían a los pipiolos. Los acusaban de haber sumido al país en la anarquía y haber ensayado libertades públicas inadecuadas para la realidad social chilena, entre 1823 y 1829, durante el período conocido después como Organización de la República.
En 1828, para alcanzar el poder, los pelucones complotaron en alianza con los o'higginistas y estanqueros, participando en la Revolución de 1829 en contra del gobierno pipiolo.

Así es como de entre aquellos bandos debía salir un partido confuso, heterogéneo al principio y sin mas lazo de unión que su común propósito de desquiciar al Gobierno; pero que, andando el tiempo, debía depurarse y convertirse bajo la influencia de sus hombres eminentes en un poder homogéneo...

Tras la Batalla de Lircay, en que fueron derrotadas las fuerzas liberales, se hicieron con el gobierno, iniciando el período de la historia de Chile conocido como República Conservadora.
Posteriormente, en 1857, los pelucones se agruparían en el Partido Conservador, cuya primera convención se realizó recién en 1878.
== Algunos pelucones chilenos == macaos El bando pelucón se componía de diferentes grupos:

Posiblemente tomando el término desde Chile aunque sin la misma difusión, en Ecuador se denominó y calificó de pelucón a la clase perteneciente a la alcurnia o nobleza criolla instaurada tras la vida republicana en 1830 hasta mediados del siglo XIX, conformada por diversas familias o apellidos que - a diferencia de la aristocracia de la colonia - no tenían necesariamente linaje noble alguno. Fue representada desde sus inicios como clase social superior desde el gobierno del Gral. Juan José Flores, de origen venezolano, con tendencias políticas muy conservadoras que sustituyeron a los gobiernos regionales y demás dominios de la corona española en los actuales territorios de la República del Ecuador.
Atemporalmente, en el lenguaje coloquial, el término es muy laxo a la hora de identificar gente de estratos medios y altos, o incluso para referirse a personas educadas, a manera de epíteto con referencia al origen, posición o aspiración socioeconómica. En la esfera política, en cambio el uso peyorativo se reduce para indicar a las personas que posiblemente participan en el tráfico de influencias en los puestos públicos por su pertenencia a las clases altas tradicionales, favores o simpatías que supuestamente les proporcionan la influencia para conservar el puesto o nombramiento determinado.

La aristocracia

  • Juan Agustín Alcalde , IV conde de Quinta Alegre: Diputado y senador, cabeza del círculo de las familias poseedoras de títulos nobiliarios y mayorazgos.
  • Fernando Irarrázaval Mackenna, V marqués de la Pica: Joven heredero, que con el tiempo fue aclamado como líder de círculo aristócrata.
Aparecían en primera línea en esta falange reaccionaria los mayorazgos, cuyos vínculos había disuelto la niveladora Constitución del 28, y se contaban entre estos los primeros blasones del régimen colonial, el conde de Quinta Alegre, los mayorazgos Larraín y Tagle, el último de los que fue su presidente, y el joven marques de Pica, a quien más tarde los pelucones aclamaban como su líder más genuino. Figuraban también entre estos las nobles familias de Errázuriz, Eyzaguirre y Ovalle que vestían en esa trajes de catalina el traje de corte y usaban la peluca tradicional de la colonia...

Los "conservadores doctrinarios"

Intelectuales que, pese a haber apoyado la Independencia, se unieron al bando pelucón por sus ideas más cercanas a la teoría política católica que estaba vigente entonces:
  • Mariano Egaña: Principal legislador pelucón; redactor de la Constitución de 1833.
Era la inspiración y la lumbrera de los sectarios del cambio de doctrina en la administración y en la política, el abogado Mariano Egaña, que había heredado de su padre la afición a legislar y traído desde Europa un intenso amor a la monarquía constitucional. Añádase a esto el rencor que le inspiraba la Constitución democrática de 1828, que al fin de tantas luchas había sustituido a la constitución de 1823; el ídolo caído de su padre y sí mismo

  • Diego Antonio Barros: Senador y filántropo. En su casa se solían realizar las tertulias políticas de los pelucone[s]

Clero realista

  • José Santiago Rodríguez Zorrilla: Obispo de Santiago. Fue relegado a Ñuñoa, a las afueras de la capital, tras la independencia.
  • Juan Francisco Meneses: El conónigo que relevó al desterrado obispo como vocero del clero más reaccionario. Había actuado como asesor letrado de diversos gobernadores coloniales, entre ellos Casimiro Marcó del Pont

 

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